Nuevamente Junior volvió a escudarse en las manos salvadoras de Sebastián Viera para formar su avance a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana, tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario con el Deportivo Cali y dejar la llave 2-2, con lo que se definió en los tiros desde el punto penal donde se impuso por 3-2.

Los primeros minutos ofrecieron poco para los ojos de los aficionados, pues si bien Junior sostenía la pelota no generaba mayor riesgo sobre la meta del cuadro caleño, que se dedicó a recostarse sobre su arco en las primeras de cambio, aguardando con paciencia una grieta para filtrar un balón.

Lo mejor de las acciones en los primeros minutos vendría en un cobro de pelota quieta de Sebastián Viera, de frente a la portería sur, a los 11 minutos. El tiro del cancerbero uruguayo salió desviado por el palo del arquero guatemalteco Ricardo Jerez, que se estiró por si las dudas.

Junior comenzó a cargar sobre la meta caleña con un poco menos de timidez, pero aún sin generar contundentes acciones de riesgo. A los 23 minutos Roberto Ovelar conectó un cabezazo que cayó en el techo del arco.

Todo parecía indicar que Junior iba tener alguna posibilidad de marcar la diferencia, pues se tomaba confianza, en medio de un ritmo que supo imponer el Deportivo Cali. Eso sí, los visitantes sabían cómo arrancar para poner a temblar a la defensa rojiblanca.

Muestra de eso llegaría a los 36 minutos, cuando Andrés Felipe Roa se quedó con la pelota en una salida rápida y tras dividir la esférica en una polémica jugada con Marlon Piedrahita, la cual fue protestada como falta, siguió raudo a la portería de Viera donde asistió a un desmarcado Fabián Sambueza. El argentino no perdonó y mandó la bola al fondo de la red para el 1-0 del partido y el 2-1 parcial en el global.

El tanto dejó silenciados por unos instantes a la parcial barranquillera, que entendía la situación complicada. La necesidad de Junior era de dos tantos para poder avanzar de llave sin la necesidad de ir a los cobros desde el punto penal.

Junior generaría una oportunidad en un tiro libre de Jonathan Ávila que fue contenida por el portero Jerez y luego en una mediavuelta de un casi inédito James Sánchez, que terminó sin peligro en las manos del arquero.

Al final del primer tiempo, con la necesidad de voltear el marcador, Junior se fue al camerino con un reflexivo Julio Comesaña que incluiría variantes para la segunda mitad, sacando del juego a Sánchez para darle paso al ofensivo Léiner Escalante, buscando picardía y cambio de ritmo.

En el inicio del segundo tiempo la chispa de Escalante le rindió tributo a la determinación de Julio Comesaña. El soledeño se escapó por la izquierda a la marca de los defensores, que dentro del área fue derribado para un claro tiro penal.

Frente a la pelota se colocó Roberto Ovelar, quien sin mayores dudas conectó un zapatazo de pierna derecha a la raíz del palo derecho venciendo la resistencia de Jerez y dejando el 1-1 en el resultado y marcando el 2-2 en el global que significaba los tiros desde el punto penal.

La jugada para el triunfo llegó a los 77 minutos, cuando el siempre inquieto Yimmi Chará luchó la pelota hasta el final para servir una asistencia precisa a Teo, quien llegando desde atrás la reventó contra el travesaño, arrancando el grito de lamento en las tribunas del escenario.

Al final, sin mayores opciones de lado y lado, el partido terminó igualado y se tuvo que definir en la tanda de tiros penales. El estadio se volcó sobre la figura de Sebastián Viera, la gran carta que ahora exhibía el cuadro rojiblanco.

Los tiros penales llegaron para ejecutarse sobre la portería sur del estadio Metropolitano y el primero en ejecutar fue Jarlan Barrera quien anotó para abrir la cuenta sin mayores problemas. El turno para ejecutar fue para Andrés Pérez cuyo tiro también fue al fondo.

El turno en los de casa fue para Yimmi Chará que anotó para mantener la racha buena en los curramberos. Por el Cali el turno fue para César Amaya quien tiró al centro para que salvara Viera.

El siguiente turno de los barranquilleros fue para Leonardo Pico quien desperdició su cobro, siendo atajado por Jerez. Los azucareros depositaron su confianza en Daniel Giraldo que equilibró las cuentas 2-2.

El cuarto cobro fue para Léiner Escalante quien pateó con violencia para llevar confianza a los aficionados. Ahora el turno fue para Luis Orejuela quien la mandó por fuera del arco por un costado.

El quinto y definitivo de los locales fue para Teófilo Gutiérrez, quien con ese tanto podría sellar el paso a los octavos de final de Junior. El atacante la recostó la izquierda, donde atajó Jerez. Al cobro por Cali fue el argentino  Néstor Moiraghi, quien tenía la responsabilidad de anotar para ir a la muerte súbita.

Su tiro fue al corazón del arco, donde Viera metió los puños para sellar el avance de ronda, en una definición que quedó firmada 3-2 a favor de los de Barranquilla, que en la próxima ronda deberán medirse a Cerro Porteño de Paraguay.